26 enero, 2015 · No hay comentarios
Muchas veces pensamos que simplemente por ser pequeños no se enteran de lo que pasa a su alrededor, pero todo lo contrario, los niños son muy perceptivos, muy sensitivos y son capaces de interpretar nuestros sentimientos y estados de ánimo desde muy pequeños y su mundo afectivo es mucho más complejo de lo que muchas veces pensamos.
Y las manifestaciones afectivas ya no están ligadas a necesidades fisiológicas sino que son provocadas por el mundo que le rodea.El gozo aparece ya definido hacia los 2 o 3 primeros meses. La capacidad del rostro humano puede desencadenar esta emoción también producen gozo y alegría estímulos como caricias y cosquilleos. Solo al final del primer año la figura en el espejo le producirá al niño tal emoción.
Se puede hablar de estas emociones cuando el malestar que el niño siente es independiente de lo puramente fisiológico.
La presunción aparece alrededor del 8º mes. Es la alegría por sí mismo. El niño al verse observado y aplaudido, vuelve a repetir lo que ha producido tal conducta en los otros. De ahí, que muchas veces observemos como repiten el mismo baile o la misma gracia al sentirse observado y admirado por los demás.
Plataforma dirigida a padres, madres y educadores infantiles, maestros, pedagogos, psicopedagogos y psicólogos junto a mi hija Valeria y su inborrable sonrisa, Valeria Smile
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